Desde hoy y hasta el miércoles, la GP2 hace parada en el Circuit de Catalunya. Son los últimos entrenamientos antes de que se dé inicio a una nueva y frenética temporada, y por tanto es la última oportunidad para tener todo bien estudiado antes de que se pongan verdes los semáforos de la primera cita de la temporada, precisamente aquí en Montmeló.
Manos a la obra
La mañana no ha empezado muy bien para el piloto catalán de Fat Burner Racing Engineering, Dani Clos, que después de dar solamente seis vueltas al circuito, ha roto el motor de su monoplaza. Ha empezado con mal pie, pero aún queda mucho tiempo por delante. Un tiempo que ha aprovechado bien su compañero de equipo, Lucas Di Grassi, que se ha situado delante durante toda la mañana y que ha finalizado cuarto, con un tiempo de 1.27.905.
Manos a la obra
La mañana no ha empezado muy bien para el piloto catalán de Fat Burner Racing Engineering, Dani Clos, que después de dar solamente seis vueltas al circuito, ha roto el motor de su monoplaza. Ha empezado con mal pie, pero aún queda mucho tiempo por delante. Un tiempo que ha aprovechado bien su compañero de equipo, Lucas Di Grassi, que se ha situado delante durante toda la mañana y que ha finalizado cuarto, con un tiempo de 1.27.905.
Pero a parte del incidente de Clos, la mañana ha servido para que los pilotos se acostumbraran al nuevo coche. Las tandas han sido cortas pero intensas, y la mañana se ha aprovechado al máximo. Al final de la sesión matutina ha sido Álvaro Parente, del equipo Ocean Racing Technology, el que ha hecho el mejor crono con un 1.27.733. Por detrás, y a solo una décima, se ha posicionado D’Ambrossio (DAMS) y tercero ha sido Petrov (Barwa Campos Team). Después de Pastor Maldonado, quinto con un tiempo de 1.27.936 y que se ha mostrado contento y con muchas ganas, ningún otro piloto ha podido bajar del 1.28.
Más acción
Ya por la tarde, se siguió con el trabajo. Los primeros en salir a rodar fueron Nico Hulkenberg, del equipo iSport, y Di Grassi (Racing Engineering), que durante muchos minutos estuvieron solos sobre la pista. Costaba salir, sobre todo a causa del calor. Igual que por la mañana, los pilotos se sucedían sobre el asfalto, intentando mejorar el monoplaza y sus tiempos.
Un Hulkenberg imparable, además de Maldonado y Di Grassi, han seguido marcando los pasos a seguir. Álvaro Parente ha vuelto ha repetir los grandes resultados de la mañana situándose solo a unas décimas de Di Grassi, primero (1.27.471). Con la rotura de motor de esta mañana, Clos ha salido por la tarde con unos neumáticos desgastados para ver como respondía el coche. De ahí que haya quedado en una 21ª posición. Un resultado engañoso pero que le servirá de mucho, ya que los neumáticos este año son más blandos y se desgastan más rápido. Por tanto, la tarde de hoy le ha servido al catalán para cogerle la medida a unos neumáticos desgastados que van a estar muy presentes en las carreras.
Por otro lado, Javi Villa, en su nuevo equipo Super Nova, ha aprovechado muy bien la tarde, situándose en quinta posición, y Roldán Rodríguez también se ha mantenido arriba en una buena octava posición, justo por detrás de Maldonado.
Dos mundos a parte
Solo llegar, uno se da cuenta de que, todo y ser la cuna de los futuros pilotos de la Fórmula 1, la GP2 no genera ni una milésima parte de la expectación que crea la categoría reina. Al menos en lo que a entrenamientos se refiere. El paddock está medio desierto, todo al contrario que hace solo unos días cuando entrenaba Fernando Alonso y compañía.
Silencio. Podría parecer una contradicción, pero se respira un ambiente silencioso y tranquilo, que solo se quiebra con el rugir de los motores. Familiar. Así es la categoría inferior: todo queda en familia, una familia agradable, acogedora, sencilla y con los pies en el suelo. Impensable. Impensable seria cruzarte con los pilotos de la Fórmula 1 al ir a los baños, a comer, o al hacer unas fotos; pero esto es lo que sucede en la GP2, donde los pilotos no dudan en saludarte o en ofrecerte la mejor de sus sonrisas. Vacío. Así es como se presenta la sala de prensa, hasta los topes con la Fórmula 1, pero espaciosa con la GP2.
Este ambiente se convierte en acogedor. Te seduce desde el primer momento. Todo tan tranquilo, tan familiar. Tan fácil cruzarte con los pilotos, tan accesible hablar con ellos… La GP2 es una competición que sigue los pasos del gran circo de la Fórmula 1, pero que deja a un lado el glamour y la mediatización. Los pilotos están aquí para demostrar lo que valen, pero sobre todo para aprender. Y eso, se agradece.
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