Wednesday, October 28, 2009

Albert Costa, un gran campeón

Era el día de los campeones: Valentino Rossi en MotoGP, Sebastian Loeb en Rallis, y Albert Costa no falló y se proclamó campeón de la Formula Renault 2.o. El piloto de Epsilon Euskadi supo gestionar la presión y los nervios a la perfección, y después de un fin de semana espectacular, lo pudo celebrar por todo lo alto.

Albert llegaba a la última cita de la temporada, en el nuevo y flamante circuito de Motorland Aragón, con solamente dos puntos de ventaja sobre su principal rival, el francés Jean Eric Vergne. Se le veía tranquilo, pero sabía que se jugaba mucho. Y en la cabeza, un nombre se le repetía todo el rato, al menos durante los entrenamientos del viernes: "La verdad es que el primer día, lo tenía bastante en la cabeza: Vergne, Vergne, Vergne. Pero después de la qualifying, ví que podía más que todos, y me lo volví a creer. No es que había perdido la confianza, pero dije: no son nadie, si estoy líder es por algo, y si he ganado más que ellos es por algo. Y entonces es cuando empecé a apretar y a concentrarme en mi mismo, que es cuando todo va mejor".

Y así fue. El sábado fue a por todas, y en la sesión de clasificación quedó por delante de Vergne y a décimas de la pole, haciéndose con la segunda posición para las dos carreras. La primera batalla la había ganado. Le daba rabia no estar en la mejor posición de salida, y es que, como todo buen piloto, es muy exigente consigo mismo, es un piloto ganador. Pero el director de equipo, Joan Villadelprat, fue el primero en tranquilizarlo: "está muy bien, muy bien. Y ahora, piensa". Y es que por delante aún quedaba la parte más decisiva.

Albert se mostraba tranquilo, se veía que dominaba la situación, que confiaba en sus posibilidades. Y todos confiaban en él. Aunque eso sí, la tranquilidad del piloto contrastaba con los nervios de los familiares y amigos. Pero a medida que se iba acercando la hora de la verdad, crecían los nervios. El domingo por la mañana fue el peor momento para Albert: "Entre el cambio de hora y tal, me levanté muy temprano. Estuve en la habitación muchas horas sin hacer nada". Pero al acercarse al circuito, "estaba más tranquilo y más seguro, y esto creo que es lo que me hiz conducir como lo he hecho y ganar el campeonato".

Y lo ganó con gran autoridad. En la primera carrera hizo una gran salida, se cerró bien y no dejó que Vergne pudiera adelantarlo en nngún momento. Pero en la segunda y decisiva carrera, no lo tuvo tan fácil. Sentado en su coche en la parrilla de salida, Joan Villadelprat se encargó de tranquilizarlo antes del reto más importante en la carrera del piloto: "Me relajó muchísimo. Me dijo que mi futuro no dependía de una sola carrera, sino de mi forma de trabajar y todo lo que había hecho durante la temporada. Y que tendría trabajo el año que viene. Y esto me bajó los nervios y me puse muy contento, con muchas ganas de ganar, y me hizo salir mucho mejor, no pensar tanto en lo que me jugaba". Ya en la salida, Vergne consiguió ponerse por delante, y otro de sus rivales, Da Costa, se escapó. Pero Albert no se puso nervioso; todo al contrario. Se mostró agresivo y se arriesgó, adelantando a Vergne por el interior. A partir de ahí, los demás jugaron sucio: "Todos iban a por mí" afirmaba Albert. Y es que los demás intentaban que el piloto catalán se saliera de la pista. Pero Albert es mucho Albert, y finalmente acabó en una tercera posición que le dió el campeonato.

La emoción y los nervios se transformaron en sonrisas y celebraciones. Los padres de Albert, Montse y Lluís, se abrazaron en una explosión de alegría. Lo había conseguido. Albert era campeón. Había llegado la hora de celebrarlo por todo lo alto: fotos con todos, entrevistas, firma de autógrafos... Albert había demostrado que lleva un gran piloto dentro suyo, y solo es cuestión de tiempo verlo trunfar en categorías aún más exigentes. De momento, el año que viene ya tiene un asiento asegurado en las World Series 3.5, una de las antesalas de la Fórmula 1, de donde ya han salido pilotos de la talla de Sebastian Vettel o Jaume Alguersuari.

Thursday, October 22, 2009

Albert Costa, a la conquista del título

Se acaba la temporada. Pasan las semanas y vamos conociendo a los campeones del 2009. El último en conseguirlo, Jenson Button, que en Brasil se hizo con el mundial de Fórmula 1. Nico Hulkenberg fue el primero en decidir su campeonato, la GP2, y quién sabe si el año que viene lo tendremos compitiendo con Button... Andy Soucek es el merecido campeón de la Fórmula 2, y Bertrand Baguette lo es de las Renault World Series 3.5. Pero aún queda otro campeonato por decidirse, y el nombre del campeón se conocerá este mismo fin de semana...

Se trata de las Renault World Series 2.0, actualmente lideradas por Albert Costa a falta de solamente una cita en Aragón. Cuenta con dos puntos de ventaja, pero no puede bajar la guardia. Serán dos carreras que el catalán tendrá que gestionar a la perfección, aunque está tranquilo: "sé que voy a ser rápido", admite. Y es que en los entrenamientos que se hicieron en esta misma pista, Albert consiguió una primera y una segunda posición, y siempre estuvo por delante de sus principales rivales.

Jean Eric Vergne. Este es el nombre que Costa ha tenido en la cabeza durante este último mes en la que no ha habido actividad sobre la pista. Dos puntos es una diferencia demasiado pequeña para relajarse, pero el piloto catalán no parece estar preocupado. "Lo único que pido es estar siempre por delante suyo", casi nada... Pero si lo consigue, será el campeón. Y es capaz, muy capaz, de hacerlo. De convertirse en el gran campeón. Porque Albert es un piloto trabajador, y se lo merece como el que más.

Albert Costa va a por todas. Mañana irá a por la pole, y luego vendrán las dos carreras más decisivas de su carrera probablemente. Pero no se le ve nada nervioso. El piloto de Epsilon Euskadi espera que llegue el momento. Y ya está aquí: este fin de semana en el Motorland Aragón se decide todo... Vamos Albert! Go Fast!!

Sunday, October 18, 2009

Button cumple su gran sueño y Brawn GP hace historia

Ya lo puede decir alto y claro. A sus 29 años, Jenson Button se ha proclamado hoy en Sao Paulo campeón del mundo de Formula 1. Ha hecho realidad un sueño que perseguía desde pequeño. La espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. Ha tenido que aguantar muchas críticas y una gran presión, sobre todo durante la última parte de la temporada, pero nunca ha dejado de creer en si mismo. Después de un inicio de temporada espectacular, donde parecía que no tenía rival, poco a poco los demás conseguían plantarle cara; pero al final se ha impuesto, y hoy hemos podido ver a un gran Button hacer una remontada digna de un campeón...

De la 14ª a la 5ª posición. Sensacional la remontada del piloto de Brawn. Se ha mostrado agresivo, sabía lo que quería. Un Kamui Kobayashi que ha hecho una gran primera carrera en la categoría reina le ha puesto las cosas difíciles, pero finalmente se ha podido deshacer de él y continuar con su camino hacia la gloria. Su carrera ha sido impecable, no ha hecho más que ir remontando posiciones y ver que su compañero y principal rival por el título, Rubens Barrichello, pinchaba la rueda y perdía todas las opciones de seguir luchando. Ha acabado quinto, una posición que el año pasado ya le dió el título de campeón mundial a Hamilton.

Y vuelve a ser un inglés que se proclama campeón. Es un hecho que nunca había pasado hasta la fecha de hoy: de Lewis Hamilton a Jenson Button, dos nombres que hicieron historia en un mismo escenario: ni más ni menos que en el circuito Interlagos de Sao Paulo. Un circuito que también ha visto como Mark Webber ha subido a lo más alto del podio, por delante de Robert Kubica y un gran Lewis Hamilton que, igual que Button, ha protagonizado otra remontada ejemplar.

Pero también ha sido ejemplar la temporada de Brawn GP. Un equipo que hace tansolo un año ni existía. Ross Brawn puede estar más que satisfecho, orgulloso de hacer historia y conseguir el mundial de constructores en su primera temporada en el campeonato. Pero aún más agradecidos deben estar Button y Barrichello, que pasaron de estar en paro a tener un coche ganador. Un monoplaza propulsado por un motor Mercedes, casualmente el mismo que el año pasado llevó a Hamilton a ganar su primer mundial. La otra cara de la moneda ha sido para el Red Bull de Vettel, que no ha podido confiar en sus motores Renault, perdiendo así toda opción de luchar por el campeonato.

Un campeonato que Button ya encarriló durante la primera parte de la temporada. 6 victorias en 7 carreras era una renta más que suficiente para aguantar hasta el final. La ventaja fue, en gran parte, gracias a los dobles difusores que pusieron a Brawn a la cabeza. La segunda parte de la temporada no ha sido muy brillante por parte del inglés, que después del gran premio de Turquía solo subió al podio en contadas ocasiones. Pero hoy ha demostrado que es un campeón de los pies a la cabeza. Se ha mostrado agresivo y confiado, y la remontada que ha protagonizado le ha dado una recompensa merecida, como pasó el año pasado con Lewis.

Se ha acabado la espera. Otro inglés, que ha acabado quinto en Sao Paulo, con un motor Mercedes ha vuelto a ganar. Pero lo mejor de todo es que ha vuelto a ser el piloto con el dorsal 22 el que se ha hecho con el mundial. Un número mágico, al que tendremos que estar muy atentos de cara a la temporada que viene...

Saturday, October 17, 2009

Pesadilla antes de navegar

El protagonista de la pesadilla de Jenson Button es alguien muy próximo a él. Alguien que tiene mucha experiencia y es sigiloso en sus pasos. Es alguien que le produce angustia y temor, aunque él mismo lo niegue; es una preocupación grave y continua. Y esta noche volverá a presentarse en sueños al inglés. Después de lo que ha sucedido hoy en la sesión de clasificación de Interlagos, Rubens Barrichello es hoy más que nunca la peor pesadilla de Button.

Jenson no dormirá pensando en lo que puede pasar mañana. Un sudor frío le recorrerá el cuerpo, se retorcerá en su cama. La misma imagen se le aparecerá en su mente: un Rubens eufórico levantando el dedo índice reivindicándose como el número 1; no podrá evitar oir el eco de los gritos de los aficionados brasileños aún retumbando en sus oidos; se imaginará a Rubens celebrando el mundial y se despertará de golpe a cada hora que pase, asustado e inquieto, aunque aliviado de ver que, de momento, solo se trata de un sueño...

La noche se le hará muy larga. Mentalmente, sacará la calculadora y verá que su compañero de equipo se puede colocar a solo 4 puntos si acaba ganando la carrera y él no puntúa. Un motivo más que suficiente para que note un largo escalofrío recorrerle el cuerpo. Button está tan cerca de convertir su sueño de toda la vida en realidad, pero a la vez lo tiene tan lejos... Lo que durante la primera mitad de la temporada parecía un dulce sueño, se ha convertido ahora en la peor de sus pesadillas.

Tratando de tranquilizarse, oirá las gotas de lluvia cayendo delicadamente en su ventana. En Sao Paulo no parará de llover durante toda la noche, y Button no podrá quitarse de la cabeza el agua, la lluvia, que hoy se ha convertido en su peor aliada. No ha podido hacer un buen tiempo cuando más lo necesitaba, y se ha quedado fuera de la Q3. Más que pilotar, lo que ha hecho hoy es navegar entre dos lagos. Y durante la carrera hay un 90% de posibilidades de que vuelva a llover, y el miedo a deslizarse por la pista seguirá presente en la cabeza del inglés.

Agua, nervios, más presión, y un enemigo en casa. Rubens, un enemigo que, al contrario de Button, soñará tranquilo y se convencerá aún más de que aún tiene posibilidades de hacerse con el campeonato. Corre en casa, al lado de los suyos. Está tranquilo, no nota la presión, está feliz, sale de la pole, y tiene a Button muy lejos en la parrilla: es un sueño, una combinación totalmente ganadora.

Jenson Button está viviendo su peor pesadilla. Y lo peor de todo es que no ha hecho más que empezar. Barrichello se acerca cautelosamente por detrás, y después de la carrera lo puede tener pisando los talones. Una pesadilla antes de navegar es lo que está viviendo el inglés, aunque puede que la angustia se alargue unas semanas más. Pero él se lo ha buscado: desde Turquía, no ha vuelto a ganar una carrera... Es una pesadilla que parece escrita por el mismo Tim Burton. Jenson Burton, lo podríamos bautizar. Y es que lo que está viviendo el piloto parece el argumento perfecto para una segunda parte de otra pesadilla antes de navidad o, mejor dicho, antes de navegar.

Friday, October 16, 2009

Los entrenamientos no servirán de mucho...

La lluvia ha sido la gran protagonista en los terceros y últimos entrenamientos. En tan solo una hora y media empieza la sesión de clasificación en Interlagos y, en mojado, los monoplazas solo han podido rodar durante poco más de diez minutos. Todos los datos recogidos en los entrenamientos de ayer, y las estrategias que se podrían haber empezado a hablar son papel mojado en estos momentos.

Y es que todo indica que la lluvia no se detendrá. Hay un 85% de posibilidades de que llueva durante la hora de clasificación. Será una lotería, y conseguirá la pole el piloto que cometa menos errores y evite los grandes charcos de agua. La sesión de hoy ha servido de bien poco. Podría decir que para nada... sobre todo porque la salida de pista del Renault de Grosjean ha hecho que se detuviera la sesión antes de tiempo, y todos hacia boxes, de nuevo. Nico Rosberg ha sido el más rápido.

Ayer, en cambio, las dos sesiones de entrenamiento fueron sobre seco. Los Red Bull y los Toro Rosso se mostraron muy fuertes. Parecía que Buemi conseguía el mejor tiempo, pero finalmente Alonso se hizo con la primera posición.

Pero hablemos de los candidatos al título: Jenson Button sabe que tiene suficiente con subir al podio para hacerse con el mundial, pero no lo va a tener nada fácil. Su primer gran rival van a ser sus nervios, y el segundo, la lluvia. Su compañero de equipo Barrichello también va a ir a por todas. No podemos olvidar que corre en casa y que está más motivado que nunca. Pero el tercero en discordía es el joven Vettel, el rey sobre mojado. Todos van a querer estar arriba, pero el mínimo error les puede aguar la fiesta...


La cuenta atrás ha empezado. Ell circuito mojado de Interlagos está listo para la disputa del mundial de pilotos por quinto año consecutivo. Muchos creen que Button ya lo tiene hecho, pero yo no lo veo tan claro, y creo que Vettel puede ser una gran amenaza para el inglés. Pero tendremos que esperar. Aunque no mucho, porque la primera parte está a punto de empezar...

Sunday, October 11, 2009

Equipos que cocinan con una buena base

Trabajar con confianza. Tener la certeza de que un piloto va a actuar como se desea para el equipo; estar seguro de las cualidades y posibilidades propias. En la Fórmula 1, todos los ingredientes culinarios tienen que ser sublimes, no pueden haber errores. Y es por eso que cuando un equipo busca incorporar un piloto a la categoría reina, tiene que ser el más elevado de su género, se tiene que conocer su procedencia y su recorrido profesional; tienen que haber seguido a la meteria prima de cerca...

Escoger con conocimiento. Saber que no todo sirve como la clave del éxito; que sin un seguimiento exhaustivo de los jóvenes pilotos, el pastel que se cocina no subirá por mucha levadura que se le eche... Y aquí es donde entran los programas de jóvenes pilotos de los equipos. Cuidan a sus futuros pilotos desde la raíz, desde que empieza a crecer la primera hoja; siguen sus progresos, les riegan con frecuencia y separan a las malas hierbas de los integrantes con un potencial prometedor. Es un proceso duro, pero que al final da sus frutos.

Trabajar con jóvenes que convencen. Tener la mezcla del pastel con el color y el azucar adecuado. Una mezcla que combina juventud, talento y ganas. El mejor ejemplo hasta el momento es el de Red Bull y Sebastian Vettel, quien lucha por el mundial junto a pilotos totalmente experimentados como Barrichello o Button. Por no hablar de Toro Rosso, que apuesta por Buemi y Jaume Alguersuari, o Renault, que no ha dudado en incluir a Grosjean en su receta secreta. Son equipos que cuentan con una prestigiosa escuela de cocción y que no se dejan engañar por productos precocinados y sin etiqueta que describa su procedencia.

Encarar el futuro con garantías. Condimentar el pastel con sustancias suculentas. Apostar con la seguridad de saber que la jugada saldrá bien. Esto es para lo que sirven estos programas de jóvenes pilotos. Y el ejemplo más reciente de convicción es el de Toyota, quien apuesta por un piloto que conocen como es Kamui Kobayashi para substituir a Timo Glock en Brasil después del accidente que sufrió en Suzuka. Han sacado una porción de la conocida mezcla que guardan en el frigorífico y la han añadido al bizcocho que se cocina a fuego lento en el horno: al japonés le ha llegado la hora de la verdad, y lo hará respaldado por un equipo que sabe de lo que es capaz.

Competir con seguridad. Saber que la tarta que se cocina contará seguro con un aroma enamoradizo y un sabor cautivador; saber que cuando los actuales pilotos dejen el equipo, el futuro estará asegurado. Es por eso que equipos como Red Bull, Renault, Toyota o Williams se aventuran a apostar por Vettels, Grosjeans, Alguersuaris, Hulkenbergs, Di Grassis, o Kobayashis, etc. Se aseguran el éxito con valores seguros que triunfan en categorías inferiores y a los que siguen como si de futuras estrellas Michelin se trataran.

Correr sin esa seguridad, sin esas garantías, sin conocimiento ni garantías. Así es como lo hace todo un equipo como Ferrari. Como si vivieran de todos los dulces cocinados y no se preocuparan por los que quedan por venir. No cuentan con un programa de jóvenes pilotos, no tienen nada en el frigorífico. Y así es como se acaba quemando el pastel: Ferrari ha demostrado grandes problemas para encontrar el substituto de Massa. Luca Badoer sirve para los experimentos de la cocina, no para competir con las obras de arte de las pastelerías; Marc Gené se ha consolidado como un hojaldre de exposición, y Fisichella sigue siendo un tradicional bizcocho igual que los de antes. Y de aquí es donde salen los errores de la Scuderia. La necesidad de innovar y de desafiar al futuro se debe combinar con una escuela de jóvenes talentos; se debe tener la seguridad de que después de lo bueno, puede venir algo aún mejor. Porque una buena base asegura una cocción sin errores.

Friday, October 9, 2009

La fiesta no ha hecho más que empezar

A falta de solamente dos grandes premios para poner punto final a la temporada, no hay nada decidido. Al menos en lo referente al campeonato de pilotos. Brawn GP está a solo medio punto de convertirse en el primer equipo 'rookie' en proclamarse campeón en su primer año en la categoría reina. Y sus pilotos, Jenson Button y Rubens Barrichello, luchan por proclamarse campeones. Pero no lo hacen solos: Sebastian Vettel se ha unido a la fiesta, y todo está por decidir...

2 grandes premios, 20 puntos en juego, 3 pilotos que lo van a dar todo. Button, con 85 puntos, cuenta con 14 de ventaja sobre Barrichello y con 16 sobre Vettel. El inglés mira hacia atrás y ve como se le acercan sigilosamente. No está solo, y la presión le puede jugar una mala pasada. Desde el Gran Premio de Turquía de hace más de 4 meses, Button no ha vuelto a ganar una carrera; y de las últimas 7 citas, solo ha conseguido subir al podio en una ocasión (con un segundo puesto en Bélgica), y en las demás solo ha podido acabar quinto como mucho. En conclusión, unos números que no lo avalan como el siguiente campeón.

El que más se ha aprovechado de los malos resultados del inglés ha sido precisamente su compañero de equipo Barrichello. En la mayoría de citas le ha ido recortando puntos, y ya se sitúa a solo 14. El brasileño sabe que tiene ante si una oportunidad única para hacerse con el título mundial y no la quiere desaprovechar. Él no tiene presión alguna; solo tiene que preocuparse de que el equipo trate igual a los dos pilotos. Mira hacia arriba, y ve a Button cada vez más cerca. Pero no puede olvidarse de mirar hacia abajo, donde una joven amenaza se le acerca...

Sebastian Vettel está a solo 2 puntos del brasileño. La lucha por el subcampeonato está más abierta que nunca, pero ninguno de los dos da el mundial por perdido. Button está a tiro de piedra, y lo saben bien. El recital de Vettel en Suzuka, donde dominó de principio a fin, lo ha vuelto a situar en la lucha. Si los motores le permiten, el alemán va a ir a por todas, y no es una barbaridad decir que puede ser el próximo campeón. Si vuelve a hacer una actuación como la de Japón, podemos revivir otra última cita de infarto, esta vez en Abu Dhabi.

Las estadísticas nos dicen que desde 1969, un piloto inglés no ha ganado el mundial en dos temporadas consecutivas (los últimos en conseguirlo fueron Jackie Stewart y Graham Hill). Lewis Hamilton fué el campeón el año pasado, y este lo puede ser otro inglés, Jenson Button. Pero es algo que parece ser que históricamente es difícil de conseguir, y es otra estadística que juega a favor de Barrichello y de Vettel. Aunque eso sí, está claro que las estadísticas están para romperse, y que esto no ha hecho más que empezar.