No hay quien lo pare. Es verlo en la salida, y luego desaparecer. Es inalcanzable, hasta para su compañero de equipo. Jenson Button está protagonizando una pretemporada extraordinaria, estratosférica. Y Mónaco fue la constatación de que, hoy por hoy, el titulo es suyo. No comete errores. Siempre está arriba. Pole y victoria; pole y victoria... se está convirtiendo en su patrón cada Gran Premio. Me recuerda a la época del imparable Schumacher, cuando nadie podía con él: su ritmo era de otra galaxia, y su monopolio era máximo.
Pues lo mismo pasa con Button. Domina las carreras de principio a fin, sin amenazas de los demás. Solo falta teñirle el coche de rojo. Nadie puede con él. Va medio segundo más rápido por vuelta. Pero es que ni Barrichello lo puede alcanzar, y mira que le pone ganas el pobre. Pero no hay manera. Tenemos ante nosotros al nuevo Shumacher; puede que Vettel sea baby Schumi, pero aún le queda mucho por aprender...
Y parecía que los demás equipos podían plantarle cara en Mónaco... Ferrari ha despertado, definitvamente. Pero aún no es suficiente, ya lo hemos visto. Y McLaren también parece haber mejorado, aunque el error de Hamilton en la sesión de clasificación le costase poder sacar un buen resultado en el Principado. Pero al menos hay síntomas de mejora, al menos para algunos... porque Toyota parece que empezó muy arriba pero está en caída libre. Y Alonso sigue haciendo lo imposible por estar lo más cerca posible de los de la cabeza, aunque tenga un R29 que necesita demasiadas mejoras para aspirar a algo. Piquet... si no es su culpa, tiene mala suerte y se lo llevan por delante. Y Kubica lleva un mundial para olvidar...
Lo malo de todo esto, de que Button no tenga rival, es que la Fórmula 1 puede empezar a aborrecer. Nada tiene que ver con la temporada pasada, y sino hay un milagro, el mundial se decidirá mucho antes de la última curva del último gran premio. Y esto es una pena. Si quitamos las primera diez vueltas de Mónaco, el resto fue para dormirse. Con los Brawn, y Button más en concreto, distanciados de los demás, no había mucho más que esperar. Sobre todo en Mónaco, donde adelantar es misión casi imposible. Sí, el desgaste de los neumáticos blandos daba juego, podría haber supuesto un inconveniente para los delante... pero no.
Nadie se hubiera imaginado hace tansolo unos meses que estaría dominando con tanta claridad un mundial de Fórmula 1. Parece increíble, pero es real. Lo tiene todo para proclamarse campeón, y aunque sabe que queda muchísimo, va a por todas. No se cansará hasta conseguirlo. Y de momento no hay quién le pare.
2 comments:
El mundial de este año puede pasar a denominarse "El curioso caso de Jenson Button". El inglés está que se sale, y a ver quien es el guapo que le echa el freno. O mucho cambian las cosas, o será un mundial al más puro estilo Schumacher 2004.
un beso!
Hola Dani!
jeje pues sí, es un caso curioso este de Button... y mucho me parece a mi que va a ser un mundial como dices tu, igualito al de 2004...
Un beso!
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