Sunday, October 11, 2009

Equipos que cocinan con una buena base

Trabajar con confianza. Tener la certeza de que un piloto va a actuar como se desea para el equipo; estar seguro de las cualidades y posibilidades propias. En la Fórmula 1, todos los ingredientes culinarios tienen que ser sublimes, no pueden haber errores. Y es por eso que cuando un equipo busca incorporar un piloto a la categoría reina, tiene que ser el más elevado de su género, se tiene que conocer su procedencia y su recorrido profesional; tienen que haber seguido a la meteria prima de cerca...

Escoger con conocimiento. Saber que no todo sirve como la clave del éxito; que sin un seguimiento exhaustivo de los jóvenes pilotos, el pastel que se cocina no subirá por mucha levadura que se le eche... Y aquí es donde entran los programas de jóvenes pilotos de los equipos. Cuidan a sus futuros pilotos desde la raíz, desde que empieza a crecer la primera hoja; siguen sus progresos, les riegan con frecuencia y separan a las malas hierbas de los integrantes con un potencial prometedor. Es un proceso duro, pero que al final da sus frutos.

Trabajar con jóvenes que convencen. Tener la mezcla del pastel con el color y el azucar adecuado. Una mezcla que combina juventud, talento y ganas. El mejor ejemplo hasta el momento es el de Red Bull y Sebastian Vettel, quien lucha por el mundial junto a pilotos totalmente experimentados como Barrichello o Button. Por no hablar de Toro Rosso, que apuesta por Buemi y Jaume Alguersuari, o Renault, que no ha dudado en incluir a Grosjean en su receta secreta. Son equipos que cuentan con una prestigiosa escuela de cocción y que no se dejan engañar por productos precocinados y sin etiqueta que describa su procedencia.

Encarar el futuro con garantías. Condimentar el pastel con sustancias suculentas. Apostar con la seguridad de saber que la jugada saldrá bien. Esto es para lo que sirven estos programas de jóvenes pilotos. Y el ejemplo más reciente de convicción es el de Toyota, quien apuesta por un piloto que conocen como es Kamui Kobayashi para substituir a Timo Glock en Brasil después del accidente que sufrió en Suzuka. Han sacado una porción de la conocida mezcla que guardan en el frigorífico y la han añadido al bizcocho que se cocina a fuego lento en el horno: al japonés le ha llegado la hora de la verdad, y lo hará respaldado por un equipo que sabe de lo que es capaz.

Competir con seguridad. Saber que la tarta que se cocina contará seguro con un aroma enamoradizo y un sabor cautivador; saber que cuando los actuales pilotos dejen el equipo, el futuro estará asegurado. Es por eso que equipos como Red Bull, Renault, Toyota o Williams se aventuran a apostar por Vettels, Grosjeans, Alguersuaris, Hulkenbergs, Di Grassis, o Kobayashis, etc. Se aseguran el éxito con valores seguros que triunfan en categorías inferiores y a los que siguen como si de futuras estrellas Michelin se trataran.

Correr sin esa seguridad, sin esas garantías, sin conocimiento ni garantías. Así es como lo hace todo un equipo como Ferrari. Como si vivieran de todos los dulces cocinados y no se preocuparan por los que quedan por venir. No cuentan con un programa de jóvenes pilotos, no tienen nada en el frigorífico. Y así es como se acaba quemando el pastel: Ferrari ha demostrado grandes problemas para encontrar el substituto de Massa. Luca Badoer sirve para los experimentos de la cocina, no para competir con las obras de arte de las pastelerías; Marc Gené se ha consolidado como un hojaldre de exposición, y Fisichella sigue siendo un tradicional bizcocho igual que los de antes. Y de aquí es donde salen los errores de la Scuderia. La necesidad de innovar y de desafiar al futuro se debe combinar con una escuela de jóvenes talentos; se debe tener la seguridad de que después de lo bueno, puede venir algo aún mejor. Porque una buena base asegura una cocción sin errores.

2 comments:

Funcionario's blog said...

Genial análisis. De todos modos, es una pena que aún ninguno (si exceptuamos a Vettel) haya demostrado nada.

Hablando de Jaime, el producto nacional, pues me da la impresión que a de más a menos. De acabar por delante de su compañero ha pasado a no acabar por accidentes.

Y Grosjean tampoco ha hecho nada de nada. Si eso, alguien comparable a Vettel sería Hamilton, que en su primer año casi arrasa con el mundial.

Tabatha Valls said...

Sí, es verdad que ninguno de ellos aún no ha logrado nada, no tienen ni punto de comparación con Vettel ni con Hamilton.

Pero lo cierto es que al menos pueden mirar hacia atrás cuando lo necesitan y contar con jóvenes talentos que aprenden con rapidez. Mucho mejor que hacer el ridículo como Ferrari con Badoer...

Y con Jaume creo que tenemos que ser pacientes. Aunque también opino como tu y ha ido de más a menos a pesar de que haya gente que diga que en Suzuka hizo su mejor carrera... No tienen en cuenta que cuando rodaba por delante de Alonso en décima posición, aún no había parado a repostar, y si no se hubiese producido el accidente se habría clasificado de los últimos. Pero paciencia, aunque ya va siendo hora de que consiga un buen resultado esta temporada... y ya solo le quedan 2 oportunidades para hacerlo.

A ver qué tal lo hace Kobayashi, que se encontrará con un rival que conoce muy bien como es Grosjean, rookie como él o Alguersuari...