El Gran Premio de este fin de semana es excepcional, algo fuera de lo normal. Un circuito realmente urbano, no como el de Valencia, y por si eso no fuera suficiente, se correrá de noche. Pero ni esto lo es todo. Las previsiones metereológicas indican que durante todo el fin de semana va a llover y van a haber tormentas, lo que convertirá la prueba en un reto aún más duro y espectacular.
La mezcla entre la lluvia y la luz artificial puede ser una amenaza grave para los pilotos, además de una gran incógnita para todos. Pero para el espectador, este Gran Premio supondrá una subida de adrenalina, cada vuelta va a ser espectacular. En un circuito donde cualquier error supone quedarse fuera al ser un circuito urbano sin ninguna escapatoria, la concentración y la habilidad de conducir sobre mojado va a ser primordial.
Es la primera vez que se corre en Singapur, pero también es la primera vez que se hace de noche. Esto supone algo muy peculiar, y es que tanto los pilotos y equipos como los periodistas han mantenido los horarios europeos. Esto supone dormir de día y vivir de noche, algo que puede ser difícil de hacer, o al menos de hacer bien y que no afecte. Debe ser extraño cenar a altas horas de la madrugada, y dormir a pleno día. Pero esto es el circo de la Fórmula 1, un mundo realmente espectacular donde puede pasar de todo; como vimos en Monza, donde Vettel se convirtió en el piloto de Fórmula 1 más joven en ganar una carrera. A ver que nos depara este Gran Premio...
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