Danza de espadas

Diez, nueve ocho... La cuenta atrás para que los semáforos se pongan verdes y los motores vuelvan a rugir ya ha empezado. Tic, tac, tic, tac... El tiempo avanza silenciosamente, y tanto equipos como pilotos ya se preparan para una nueva temporada de infarto. Sobre todo los pilotos que, cómo si de un agosto futbolístico se tratara, barajan las ofertas recibidas y deciden qué será de su futuro automovilistico. Los intrépidos rumores se van sucediendo y enredando con unas especulaciones que van adquiriendo un eco cada vez mayor. Pero poco a poco, la ficción se convierte en realidad y las promesas en hechos.

Siete, seis, cinco... En la Fórmula 1 el organigrama parecer estar ya muy bien dibujado y sigue fielmente el esquema de la temporada pasada. Salvo saber si Honda resucitará de sus cenizas, sólo queda por resolver la incógnita de quién será el compañero de equipo de Sebastien Buemi en Toro Rosso. Las cartas estan encima de la mesa: ¿la experiencia de Takuma Sato o Sébastien Bourdais? ¿O la juventud y las ganas de Bruno Senna? "Pronto me veo en la Fórmula 1, o eso espero", afirmó el sobrino de Arton Senna hace tan sólo unos meses. Pero desde entonces ha llovido mucho, y habrá que esperar. Por lo que hace a los demás, los protagonistas repiten función, y los veremos actuar en el asfalto y pelear por demostrar sus habilidades al volante.

Cuatro, tres, dos... Las competiciones inferiores, que no por eso menos emocionantes, van perfilando sus equipos a gran velocidad. Nos encontramos en un momento crucial, donde hay que ir con la misma cautela e ingenio con la que se juega al ajedrez; mover ficha y decidirse por un piloto puede dejar en jaque a los demás. Las GP2 Asia Series está en marcha, pero no por eso se ha detenido el baile. Todo lo contrario. Es precisamente en Asia donde Marco Bonanomi ha substituido a Alex Yoong. Y ya se ha confirmado que el campeón de la Fórmula 3 Euro Series, Nico Hulkenberg, será el compañero de equipo de Pastor Maldonado en el equipo ART. La GP2 ya calienta motores y los pilotos no quieren dejar escapar el tren con destino a la Fórmula 1. Eduardo Mortara corre en Asia con Arden, y seguramente seguirá en la GP2 al lado de Luiz Razia. Ésa misma suerte es la que quiere tener Rodolfo González; convencer y asegurarse un asiento en el equipo FMS. Por otro lado, el español Andy Soucek y el brasileño Carlos Iaconelli han apostado por seguir adquiriendo experiencia en la reaparecida Fórmula 2. "Mi objetivo sigue siendo la Fórmula 1", ha afirmado Soucek, demostrando que no hay una vía única para llegar a la cima.

Uno, ¡y bajando..! El campeón de la Fórmula 3 británica, Jaime Alguersuari, demuestra que es una época donde es necesario tener la cabeza fría y saber escoger bien. Contaba con diversas ofertas provinentes de la GP2, pero al final se ha decidido por las Renault World Series, de la mano del equipo Carlin Motorsport. "Es el campeonato que se me ajusta mejor y dónde el piloto hace la máxima diferencia", ha asegurado. Justamente en las World Series es dónde se verá las caras con el piloto que estuvo más cerca de arrebatarle el campeonato, Oliver Turvey. Será, ni más ni menos, que su compañero de equipo. Pero las cosas no acaban aquí. Alexandre Marsoin o Anton Nebylitskiy también se han embarcado en un nuevo proyecto donde darse a conocer. Y Mikhail Aleshin o Robert Wickens han sido inscritos en la Fórmula 2 por parte del programa de jóvenes pilotos de Red Bull.

Son momentos decisivos, esenciales, determinantes. El futuro está en juego. Es fundamental para los equipos, pero aún más para los pilotos. Son sus carreras las que están en juego, sus itinerarios hacia sus sueños. Hay mucho en juego. Comparaciones, competencia entre pilotos; instantes de nervios, de decisiones, pero también de muchos rumores. Unos rumores que hasta que no se convierten en verdades, son papel mojado, porque las palabras se las lleva el viento.

Fórmula 1 // Las pócimas al descubierto

¡Abracadabra! Cómo si de un truco de magia se tratara, todos hemos salido repentinamente de nuestro estado de encantamiento al que estábamos sometidos. Los rumores, las especulaciones sobre cómo serian los monoplazas de esta temporada, ya han cesado casi por arte de magia. Los equipos ya han sacado de sus chisteras a sus preciados bólidos.

Cada equipo ha seguido un ritual distinto. Desde que acabó el mundial, los aquelarres han ocupado la agenda de los ingenieros. Me los imagino, a la luz de la luna, configurando el nuevo alerón trasero; encontrando esos ingredientes necesarios para preparar el brebaje que les propicie una buena temporada; intentando no obviar la normativa pero evitando convertir su príncipe en rana.

Las presentaciones de estos días parecen sacadas de un cuento de hadas. Unas palabras mágicas, un suave movimiento con la varita, y los magos del asfalto descubren milagrosamente sus monoplazas. Sin ilusiones ópticas, hemos podido conocer y observar con nuestros propios ojos la creación de cada mago.

Mete en una caldera una pizca de rojo, un software diseñado en Maranello, remuévelo un poco y añade velocidad, aroma de historia y un alerón muy estrecho. Dále el toque final ciñiéndote a las nuevas normas y... voila! Tendrás el Ferrari F60. Un coche completamente diferente al del año pasado, difícil y delicado, ha apuntado Massa en Mugello. En cambio el Toyota ha aparecido de la nada. En un abrir y cerrar de ojos, el TF109 ha hecho aparición para convertirse en una de las más sofisticadas máquinas de carreras del planeta, como si se tratara de una explosión ilusionista o hechicera.

La seducción del McLaren sigue visible a los mortales. El encanto del año pasado sigue presente. En Portimao ha aparecido el nuevo BMW. Igual que el nuevo Renault. Como si de David Copperfield se tratase, el maleficio del año pasado ha desaparecido y ahora tenemos un monoplaza con aroma de campeón.

Las pócimas mágicas se han conocido. Lo más preciado ya está volando a la velocidad de la luz por los circuitos de Valencia, Portimao y Mugello. Los particulares chamanes ya han vuelto a modificar la ilusión, y convertirla en realidad. La magia vuelve al asfalto. Los pilotos vuelven a fascinar, a ilusionar, a seducir. La Fórmula 1 ya prepara la temporada, una nueva temporada mágica, hechizada, sobrenatural.

Fórmula 2 // Andy Soucek se pasa a la F2

Año nuevo, vida nueva. El extraordinario piloto Andy Soucek se ha convertirdo hoy en el primer español en afirmar su participación en la Fórmula 2. Es una competición que vuelve después de 25 años y que se convierte en otra forma más de llegar a la categoría reina, la Fórmula 1.

Los últimos dos años Andy ha corrido en las GP2 Series, donde ha demostrado su talento al lograr cuatro podios. Aunque también hay que decir que la mala suerte ha acompañado al español durante muchos grandes premios, cosa que no le ha dejado brillar todo lo que puede hacerlo. Soucek es un piloto que sabe lo que quiere, agresivo cuando es necesario pero que sabe encontrar el momento justo en las carreras para demostrar lo que vale. Joven, con talento y con una mentalidad muy fuerte, Andy sigue teniendo como meta llegar a la Fórmula 1. Y para ello, esta temporada lo veremos luchar por este prestigioso título.

Andy ya ha tenido el placer de probar un Fórmula 1 de la mano del equipo Toyota, tras ganar el campeonato de España de Fórmula 3. Eso fue en el 2006, y ahora, esta temporada 2009, tiene todo a favor para volver a subirse a uno, ya que el ganador de esta competición contará con una prueba con Williams además de una superlicencia de la FIA. Su trayectoria es larga y exitosa; empezando con los karts, hasta la GP2, pasando por las Renault World Series y la Superleague Fórmula. Este nuevo reto que se le presenta a Andy llega en un momento perfecto para él. Ya tiene experiencia y sabe lo que quiere. Es un talento español que lo tiene todo para que su sueño se convierta en realidad.

Un nuevo año. Nuevas expectativas. Nuevos retos. La mala suerte ya es cosa del pasado. Ahora hay que mirar hacia el futuro. La primera carrera será en Valencia, el último fin de semana de mayo. Muchos ánimos Andy, y suerte esta temporada!

Fórmula Two // Una competición más

Vuelve la Fórmula 2. Después de 25 años sin saber nada de esta competición, ésta temporada 2009 contaremos con una competición más donde ver a jóvenes talentos luchar por llegar a la Fórmula 1. Es una iniciativa llevada a cabo por la FIA: se ha creado un prestigioso campeonato totalmente nuevo a un precio más bajo que las demás competiciones ya existentes. La financiación económica es siempre un problema para el piloto. Y la Fórmula 2 ha querido poner punto y final a esto haciéndolo más barato que la GP2, por ejemplo.

La temporada 2009 cuenta con 16 grandes carreras (dos en cada Gran Premio) en algunos de los circuitos más prestigiosos de Europa, como Imola, Spa-Francorchamps o el Circuit de Catalunya. Por otro lado, el coche ha estado diseñado por el equipo Williams de Fórmula 1, con una aerodinámica muy avanzada y un gran potencial de adelantamiento.

El formato de las carreras es el siguiente: habrán dos sesiones de entrenamientos, seguidos de otras dos sesiones de clasificación. Y por lo que hace a las carreras, igual que en la GP2, habrán dos por gran premio; pero en una de ellas habrá una parada en boxes obligatoria. El sistema de puntos es el siguiente: 10 puntos para el ganador, 8 para el segundo, 6 para el tercero; bajando hasta el octavo clasificado que recibirá 1 punto.

El ganador de la Fórmula 2 será premiado con un test completo con el equipo Williams de Fórmula 1, donde el piloto será seriamente evaluado para ver su potencial como piloto oficial de Fórmula 1. Una oportunidad única para dar el salto definitivo a la categoría reina. Además, los tres mejores pilotos de la temporada se clasificarán para una Superlicencia de la FIA.

Por lo que hace a los pilotos, de momento no hay ningún español inscrito en la competición, aunque aún es pronto para decir nada ya que la primera carrera no empieza hasta el último fin de semana de mayo. Hay que destacar que de momento hay una mujer, Natacha Gachnang, que correrá rodeada de hombres. Para más información, podéis visitar la página oficial de la Fórmula Two.

Con todos estos ingredientes el espectáculo está asegurado. Y muchos de los jóvenes talentos tienen mucho que decir. Su sueño es llegar a la Fórmula 1, y ésta es una forma más de intentar llegar a ella.

Fórmula1 y GP2 // 2009

Un nuevo año ya ha empezado. Otros 365 dias por delante. Y lo que es más importante, otra temporada de olor a gasolina, de rugir de motores, de carreras apasionantes, adelantamientos espectaculares, maniobras imposibles, de decisiones, de victorias, derrotas, de alegrias y tristezas, de celebraciones con champán, de accidentes que ponen la piel de gallina... en definitiva, otro año donde vibrar al máximo en cada circuito.

La Fórmula 1 y la GP2 ya estan calentando motores. Parece ayer mismo cuando la temporada de Fórmula 1 llegó a su fin en Brasil, con unos últimos metros de infarto. Seguro que todos recordáis al padre de Massa dando saltos en el box de Ferrari pensando que su hijo era el campeón del mundo; y el adelantamiento fugaz de Hamilton a Glock que pasó inadvertido por muchos durante unos primeros instantes, una maniobra que le convierte en el piloto más joven en ganar un mundial, arrebatándole este record a Fernando.

Nadie hubiera ni augurado un final tan apretado como el que vivimos en Brasil, donde todo se decidió en la última curva del circuito de Interlagos. Pero eso solo fue la traca final de una de las temporadas más emocionantes que recuerdo. Aunque antes pudimos disfrutar de muchos momentos que han pasado a formar parte de la historia: el primer podio de Rosberg en la Fórmula1 en Australia, donde ya se vió que lo máximo a lo que podia aspirar Alonso eran los puntos; el dominio de Ferrari en Malasia y en Barcelona, donde consiguió su segundo doblete de la temporada; el estreno del Valencia Street Circuit, donde Alonso no duró ni una vuelta en pista; la espectacular carrera nocturna en Singapur y el recital de conducción de Fernando, que hizo posible lo imposible; Massa llevándose la manguera; la primera victoria de Vettel en Monza...

La misma expectación creó la GP2. Con dos carreras en cada gran premio, una sin paradas en boxes, parrillas invertidas, jóvenes que lo quieren dar todo para dar el salto definitivo a la categoría reina... con estos ingredientes el espectáculo está asegurado. La experiencia al volante de Pantano, que se proclamó campeón en Valencia, no sin dificultades; adelantamientos constantes; un Bruno Senna que fue cada vez a más; una carrera al sprint donde los primeros acabaron últimos al quedarse sin gasolina; la siempre imprevisible lluvia; la agresividad en cada adelantamiento por parte de Grosjean; la mala suerte que acompañó a Andy Soucek durante gran parte de la temporada y que no le permitió brillar todo lo que puede brillar; las ganas de Petrov; las lecciones de conducción de Di Grassi; las ganas de Javi Villa; la forma de Pastor Maldonado de no rendirse nunca...

Pero todo esto ya forma parte del pasado. Ahora tenemos que mirar hacia adelante. Tenemos delante de nosotros otra temporada que seguro que nos depara grandes sorpresas y emociones. Todavía no ha empezado y ya ha habido el adiós de Honda; todos los rumores sobre sus posibles compradores; los entrenamientos a finales de año en Barcelona; las mejoras de los monoplazas; novedades introducidas por Ecclestone en cuánto a la normativa; innovaciones aerodinámicas; el kers; el sistema de medallas... y en la GP2 siguen los fichajes y los bailes de pilotos.

Promete. Y tanto que promete. Se ha hablado mucho de que la crisis económica ha llegado al gran circo de la Fórmula1 y del automovilismo en general. Pero no va a frenar el espectáculo. Puede que algunas cosas se modifiquen, pero nada más. Todo está preparado para más. Y más. Y más. El calendario de carreras de este año ya se conoce. Ya ha empezado la cuenta atrás hasta Australia. 81 días para que los monoplazas empiecen a rodar, y bajando. Cada vez queda menos para que vuelva la emoción, la inquietud, las exhibiciones de conducción, la diversión, la satisfacción de ganar, el desconsuelo de perder, la amargura de no acabar una carrera, pero, sobretodo, ya queda menos para volver a vivir esa sensación indescriptible que siente uno solamente con ver los semáforos pasar de rojo a verde y escuchar el rugir de los motores.