2 poles y 2 victorias consecutivas, en Barcelona y en Mónaco, le sitúan como el nuevo líder del Mundial de F1 con 78 puntos (eso sí, empatado a puntos con su compañero de equipo, Sebastian Vettel). Mark Webber es el nuevo rey. Es indiscutible que Red Bull es, en estos momentos, el mejor equipo de la parrilla; pero que después de 6 carreras y con la cantidad de grandes pilotos que hay este año, que Webber sea de momento el mejor era algo poco predecible hace sólo unas semanas...
Está claro que lo más importante esta temporada es la fiabilidad, ser constante y tener un buen coche. Y Webber ha demostrado tenerlo todo e ir por el buen camino. A su alrededor tiene un gran número de pilotos fuera de serie y que en un principio son mejores candidatos al título que él. Pero eso es sólo sobre el papel. En la pista, Mark está demostrando que puede y quiere luchar por el título. Y es capaz de hacerlo: su Red Bull es extraordinario, y se está aprovechando bien de los problemas de fiabilidad y la mala suerte de Vettel. Hamilton es demasiado agresivo y lo está acusando mucho; Button le ha cedido la primera posición después de un error mecánico en Mónaco - unas legendarias calles que también han visto como el Ferrari de Alonso tocaba el muro y le privaba de la lucha por la victoria. Schumacher aún no ha vuelto, y Rosberg necesita un coche más rápido para hacerle sombra al australiano. Y el que también lo intenta es Kubica, que exprime al máximo y de forma excelente su Renault, pero no es suficiente.
Así que, después de Mónaco, Mark Webber es el nuevo rey de la F1, de momento. En 1 semana ha ganado más Grandes Premios que en toda su carrera (lleva un total de 3 victorias). Y lo ha hecho teniendo a un compañero de equipo muy fuerte al lado como es Vettel. Debe ser un plus añadido, que le dará aún más confianza de cara al futuro.
Y si Webber es el rey, el nuevo príncipe con muchas posibilidades de convertirse un día en rey es Albert Costa, piloto de las World Series by Renault. Ya ha demostrado en muchas ocasiones que camina con paso firme hacia la F1, pero su actuación en Mónaco de este fin de semana no ha hecho más que confirmar que es un magnífico piloto con un futuro brillante por delante. Esta es su primera temporada en las RWS 3.5 después de proclamarse campeón de las RWS 2.0 el año pasado, y llegaba a Mónaco para pilotar por sus calles por primera vez. Sabía que necesitaba clasificarse delante para tener opciones de subir al podio. Dicho y hecho. Consiguió el segundo mejor tiempo, se clasificó tercero, y durante la carrera no cometió ningún error. Una conducción perfecta que lo subió al tercer escalón del podio. Excelente, Albert. Aquí llega el Príncipe que algún día será Rey.