Es su primera temporada en la GP2. Llega con muchas ganas. Quiere hacerlo bien, quiere destacar como los grandes campeones. Pero esto requiere un proceso lento. No es algo que se consiga de una día para otro, no. Dani Clos tiene el talento necesario para trinfar, pero tiene que seguir luchando como hasta ahora.
Solo es neceario esperar. Cada vez que toma los mandos de su monoplaza se le ve más confiado. Barcelona fue el escenario de su debut, los nervios se podían entender. Un accidente inmerecido, sumado a la inexperiencia y a un poco de mala suerte pusieron punto y final a un fin de semana que no salió como había soñado. Mónaco, más de lo mismo: se le veía con ganas, todos sabíamos que era capaz de mucho más, pero las cosas no acabaron de salir del todo bien...
Y por fin dijo basta. Clos se ha destapado. Se podría decir que las dos primeras citas de la temporada le han servido para entender donde está, el significado de la GP2. Ya ha pagado los errores del principiante. Es la hora de la acción, es hora de dejar la mala suerte a un lado. Lo hemos podido ver este fin de semana pasado en Turquía. Parecía que le perseguía la mala suerte al salir el último, pero no. Fue un inconveniente que se convirtió en regalo.
Demostró de lo que es capaz. Remontó hasta la décimo-tercera posición. Se mostró agresivo. Puede que aún le falte dominar su coche en algunas frenadas, pero esto se soluciona con el tiempo. Se quedó a las puertas de los puntos. Pero su sonrisa al final de la carrera le delataba. Estaba contento, y lo más importante, los demás estábamos orgullosos de él. Había acabado las carreras, y su ritmo es de envidiar.
Ha ido de menos a más. Y aún queda mucho por delante. Es el mejor rookie, y tiene todo para conseguir mucho más. Es rápido, tiene un buen coche y está en un equipo ganador. Es el piloto que todo equipo quisiera tener. Es solo cuestión de tiempo verle triunfar. El camino hacia la gloria ya lo ha iniciado. No se impacienten. Todo campeón tiene que seguir su camino. Pero lo que está claro es que Alfonso de Orleans, el director del equipo Racing Engineering, tendría que ir preparando otro puro para la celebración, que cada vez está más cerca.
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