¿Un cambio de aires, o de ingresos? Muchos creerán que el motivo de esta decisión es económica, pero no es así. Si se hubiera quedado en Mercedes GP hubiera cobrado igual o más que en McLaren. Según el inglés, lo que le ha motivado a dar este exigente paso es el hecho de que necesita nuevas metas: quiere desafiar a Lewis Hamilton en su propio ambiente. Ya ha cumplido su sueño de proclamarse campeón mundial, y ahora quiere más. Quiere más, y no se lo pone fácil a si mismo.
¿Pero esta pareja funcionará? Pues tiene toda la pinta de que no; vayamos por pasos: Jenson llega a la casa de Lewis, al garaje que él dirige y al que consideran todo un prodigio. Y eso a Jenson no le gustará. Como tampoco le gustará la cantidad de atención que recibe Lewis, algo de lo que Jenson siempre ha estado un poco celoso. Son personas completamente distintas, y con dos padres, John Button y Anthony Hamilton, que vivirán su propia guerra dentro del mismo box.
¿Hasta qué punto habrá igualdad? Acordémonos que se trata de dos británicos campeones del mundo, dos verdaderos gallos. Y ya se sabe que esta combinación nunca acaba saliendo bien en ningún equipo... y mucho menos en McLaren! Es algo que precisamente ellos tendrían que saber ya, ¿no? Parece que no quieran aprender de los errores...
Los demás equipos ya se frotan las manos: Ferrari, Red Bull, Mercedes... La pelea interna que se vaticina no hará más que beneficiar a los demás pilotos y equipos. Hamilton y Button se sacarán puntos mutuamente, aparecerán las estrategias, y acabarán sacando partido los demás equipos. Pero ellos sabrán lo que hacen. Un coche competitivo lo tendrán seguro, y la publicidad que da el hecho de tener en sus filas a dos grandes camepones del mundo, también. Pero eso nunca será sinónimo de éxito. Más bien, de problemas y envidias, aunque ojalá me equivoque.
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